La digestión y el cannabis

Ya sabemos que el sistema endocannabinoide está compuesto por los receptores CB1, CB2 y su unión con endocannabinoides; los fitocannabinoides y exocannabinoides tienen la capacidad de unirse a estos receptores y activar este sistema. La activación del sistema cannabinoide tiene la capacidad de incidir en los mecanismos relacionados a las fases de la ingesta. Por otro lado, los cannabinoides presentan diversas funciones en diferentes parte del aparato digestivo como disminución en la producción del ácido gástrico, inhibición de la secreción intestinal, supresión de la motilidad intestinal y reducción de la sensación de inflamación.

El consumo de cannabinoides se encuentra relacionado con un incremento en los niveles de grelina, hormona encargada de regular el apetito, por lo tanto, a mayor concentración de THC mayores niveles de grelina. Esto es debido a que se activan los receptores CB1 ubicados en el estómago estimulando la segregación de esta hormona. En un estudio se observó que la activación de los receptores CB1 tienen la capacidad de evitar la secreción de colecistoquinina, un neurotransmisor que se activa en presencia de proteínas o lípidos y contrarregulador de la grelina, teniendo como consecuencia una secreción mayor de grelina generando una sensación prolongada de hambre.

El consumo de cannabinoides y la activación de CB1 provoca una mayor sensibilidad a la sensación de placer de ingestión de alimentos ricos en energía, es decir, aquellos ricos en azúcares y grasas. Se ha sugerido que un alto consumo de CBD, cannabinoide antagonista del receptor CB1, genera los efectos contrarios del THC, pues tiene la capacidad de disminuir los estímulos nerviosos relacionados con la ingesta generando una disminución en el consumo de alimentos y teniendo una menor sensación de placer al ingerirlos.

Por otro lado, la activación de los receptores del sistema cannabinoide (CB2) ayuda a disminuir la inflamación intestinal causada por colitis, además, de intervenir en la pérdida de peso ocasionada por problemas intestinales y de inflamación. Asimismo, el uso de cannabis ayuda a reducir los síntomas y malestares generados por enfermedad de Crohn al mismo que tiempo que redujo la incidencia de hospitalizaciones a causa de esta. Algunas personas, que padecen colitis y enfermedad de Crohn, han señalado que con el consumo de cannabis síntomas como dolor y diarrea han disminuido y mejoró el apetito, estrés y la calidad del sueño.

Diversas investigaciones han sugerido que los cannabinoides ayudan a regular la motilidad del tracto gastrointestinal. Un ejemplo de ello es que el THC, al ser administrado en ratones, produjo la inhibición de la motilidad. Por otro lado, algunos receptores que se encuentran en el tracto gastrointestinal participan en las acciones de los cannabinoides a nivel intestinal determinando el curso de la inflamación intestinal y cáncer de colon.

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

Morales Basto, J. P., & Poveda Espinosa, E. (2017). Efectos del consumo de marihuana en adultos sobre la ingesta y el metabolismo de los nutrientes: una revisión. Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, 21(3), 280-292. 

Fundación Daya Área de Investigación y Estudios Clínicos Santiago de Chile. (2018, noviembre). Cannabis: evidencia científica de uso medicinal (N.o 5).

DiPatrizio, N. V. (2016). Endocannabinoids in the Gut. Cannabis and Cannabinoid Research, 1(1), 67-77. 

Hasenoehrl, C., Taschler, U., Storr, M., & Schicho, R. (2016). The gastrointestinal tract – a central organ of cannabinoid signaling in health and disease. Neurogastroenterology and motility: the official journal of the European Gastrointestinal Motility Society, 28(12), 1765–1780. 

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