Dentro de la especie cannabis sativa se pueden reconocer tres subespecies: sativa, indica y ruderalis. La diferencia entre las subespecies se basa en la anatomía de la planta, hábito de crecimiento, variación de hojas y tipo de semillas. Las tres subespecies eran encontradas en distintas áreas geográficas: la indica era típica del sudeste asiático; la ruderalis de Rusia y la sativa de Europa y África.
Cannabis sativa: Esta planta usualmente alcanza una altura de 2 a 4 m. dioica, de tallo erecto y hojas palmadas estipuladas, las inferiores opuestas y las superiores alternas. El fruto es un aquenio, con una sola semilla de textura lisa, ovoide, algo comprimida, blanco o verdoso teñido de púrpura, encerrado en el perianto. Sus semillas son finas y de color uniforme. Usualmente les falta la fina capa exterior del perianto, que le da su característico aspecto marmóreo. Las semillas no tienen una articulación definida y se encuentran firmemente unidas al tallo.
Cannabis indica: Llega a tener una altura mediana de entre 1,0 a 1,2 m; con forma más o menos cónica. Bastante ramificada, sus hojas son grandes y suelen ser de un verde oscuro con más clorofila y con poco acceso a pigmentos. Sus frutos son fuertemente jaspeados en la envoltura exterior, con una capa de abscisión definida, colgando en la madurez. Las semillas cuentan con una fina capa moteada en el exterior del perianto lo que le da un típico aspecto marmóreo. La base de la semilla tiene una articulación simple. Al llegar a la madurez sus semillas se caen. Tiene aromas y sabores distintos que pueden abarcar desde lo dulce, frutal o acre. Posee efectos potencialmente relajantes e incluso dopantes por su contenido de CBD, por lo que suele utilizarse para combatir el insomnio e incluso para aliviar dolores.
Cannabis ruderalis: Son plantas de porte pequeño con una altura de 0,5 a 1,0 m. Produce solo unas pocas ramas y tiene hojas anchas y de limbos gruesos, similares a las del Cannabis indica. La capa de abscisión forma un cono carnoso de crecimiento en la base del fruto. Esta planta no es muy braqueada, tiene una forma más o menos cónica, con una protuberancia carnosa en la base de la semilla. Debido a su casi bajo contenido en THC, pero alta concentración de CBD es muy utilizada en la fabricación de inciensos y esencias de forma artesanal. Su floración empezará cuando alcance una cierta fase de madurez, lo que ocurre entre cinco y siete semanas después de su crecimiento.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
Ángeles López, G. E., Brindis, F., Cristians Niizawa, S., & Ventura Martínez, R. (2014). Cannabis sativa L., una planta singular. REVISTA MEXICANA DE CIENCIAS FARMACÉUTICAS, 45(4), 1–6.
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