¿Cómo curar mi cannabis?

El proceso de curado permite que los cogollos continúen con su secado de manera lenta. Durante la primera semana de curado se afecta la potencia en la que se elimina la humedad interior del cogollo, haciendo que el THC se vuelva psicoactivo. El curado también ayuda a que los cogollos se sequen lo suficiente para que el moho no se desarrolle cuando estén almacenados.

Después de que las plantas o las ramas y cogollos se hayan secado durante un periodo aproximado de cinco a siete días y aparenten estar secos, aún contienen humedad dentro. Esta humedad puede afectar el sabor y la potencia. El curado ayuda a eliminar este exceso de humedad. Este proceso hace que el cogollo se seque de manera uniforme, y transforma prácticamente todo el THC a su forma psicoactiva.

Los cogollos son introducidos en botes de cristal, cajas de cartón o bolsas de papel. La finalidad es limitar la entrada de aire para que se termine de secar lentamente. Es importante que cada día se abran los recipientes por un rato para que se aireen y después se vuelven a cerrar. Este proceso se debe repetir hasta que la hierba esté completamente seca.  Cuando acaban de secarse, los cogollos pierden clorofila, mejorando el sabor final y alterando el color verde convirtiéndolo en un color verde más apagado y amarillento, cuanta más clorofila se pierda más suave será el sabor de la marihuana al fumarla.

No es recomendable que el proceso de curado se acelere, pues entre más lento se realiza es mejor el resultado obtenido. La conservación del cannabis debe ser en condiciones que los aíslen de la luz, el calor y el aire que son elementos capaces de alterar el THC.

¿Cómo es el proceso de curado?

Primero se debe escoger el lugar donde se va a secar. Este debe ser amplio y oscuro, donde el aire pueda circular de manera indirecta por mínimo unos 15 minutos cada hora, para asi prevenir la aparición de hongos.

La humedad debe mantenerse entre un 45 y 55%.

El tiempo aproximado de secado es de 10 días a una temperatura de entre 18 y 24°c.

Se debe seleccionar la flor con sus pistilos y tricomas maduros.

Posteriormente se procede a cortar las hojas que no cuentan con tricomas. En caso de que no sean cortadas, el sabor y calidad del aceite no será el mismo.

Una vez que las flores se han secado, se realiza la prueba del quiebre, en el cual se dobla el tallo, si éste que quiebra fácil, quiere decir ya está listo. En caso de que esto no suceda se debe dejar más tiempo en secado.

Después se pasa a curar con un poco de agua en los tallos para que el curado se produzca con lentitud. Si se realizó el secado con una malla se debe envasar con mayor rapidez, cuando los cogollos estén secos por fuera y ligeramente “esponjosos” es ahí cuando se colocan en los tarros.

Existen diferentes opiniones sobre el material adecuado para el almacenamiento; sin embargo, los tarros de cristal son los más usados y funcionan de manera adecuada ya que no absorben la humedad de las flores.

Durante los primeros días de envasado sería ideal contar con un termohigrómetro que quepa en los tarros, para que de acuerdo con lo que vaya marcando se proceda actuar de alguna forma. Se busca mantener una humedad de entre el 60-65%. Si se tiene una humedad mayor al 70% dentro de los tarros se deben sacar los cogollos y mantenerlos fuera por unas horas, y después volver a introducirlos. Una vez que se han reintroducido se comprueba la humedad, si esta se encuentre entre 65-70% se procede a abrir la tapa por unos 15 a 30 min, para reducirla un poco. Cuando se alcanza una humedad de 62% se recomienda abrir el tarro una vez al día por 2 o 3 semanas. Al mes y medio, se puede comenzar a abrir una vez al mes y así hasta los seis meses. Después de este tiempo los beneficios del curado ya no aumentarán, así que se puede proceder al envasado al vacío en caso de que se quieran almacenar por un largo periodo de tiempo.

Es recomendable que cada día se agiten un poco los botes, lo cual ayudará a comprobar la cantidad de humedad existente. Si se mueven en conjunto es porque hay humedad si esto no pasa quiere decir que se encuentran secos. Si los cogollos se han secado en exceso y los tarros tienen menos del 50% de humedad hay que rehidratar.

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

MILA SAAVEDRA, K. R. (2020). REQUERIMIENTOS AGRONÓMICOS PARA UN MODELO PRODUCTIVO DE CANNABIS EN LA PROVINCIA DEL SUMAPAZ. En Monografía (pp. 1–104). UNIVERSIDAD DE CUNDINAMARCA FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS.

Cannabis.es. (2020, 16 octubre). Corte, secado y curado de la marihuana. Cannabis. 

Comments are closed.